Resumen
Swedenborg, como todo místico, hablaba en realidad otro lenguaje, descifraba, arrancando de su fe, otro código: la magia.
He querido aquí trazar ciertos rasgos del mago que para mí, y a partir de unas cuantas incursiones en el tema de la magia, han tomado relieve. Por supuesto, su rostro todavía se me escapa; se revela y se oculta; es y no es. Bifronte Jano del principio, profundo y obscuro como el espejo humeante de Tezcatlipoca.